No pensamos en ellos cuando hablamos de los superstars del vino, sin embargo cambian las cosas de muchas formas. Arrojemos la luz sobre esos outsiders del vino.
Los viñadores corsos y el enoturismo
"Hoy en día el turismo genera muchos ingresos en la isla. Especializar y crecer, aunque solo sea la capacidad de los viñadores de
aprovechar estos turistas será muy positivo."
Estas palabras pronunciadas por Jean-Jacques Benetti (asesor de marketing y venta por el vino de Provence-Alpes-Côtes d'Azur) durante el día de encuentro sobre el enoturismo en
Córsega, resume el reto.
Hoy en día los viñadores corsos acogen con alegría los aficionados del vino en sus fincas, pero esta forma de turismo especializado puede intensificarse.
Hay que decir que Córsega no carece de encanto y muchos turistas quieren pasar sus vacaciones ahí. La diversidad de los paisajes contiene tierras y vinos diferentes que seducirán a los amantes
del vino.
Atraer a los turistas ya existentes y proponerlos itinerarios enoturisticos desarollando actividades conexas (visita de la finca, comida, paseo a caballo...), así es el desafío expresado en este
día de encuentro seguida por muchos jovenes viñadores.
Lo que hemos aprendido: los viñadores van a desarollar su oferta a partir de una clientela turistica ya existente que pueden atraer.
el marketing del nuevo mundo
Estados Unidos, Australia, Chile, Argentina, Sudáfrica... La competencia de los productores de los vinos del nuevo mundo ha aumentado significativamente estos últimos años y este éxito se explica en parte gracias a una buena estrategia marketing (y un vino de alta calidad también).
Ya lo sabe, la oferta es aclarada con una etiqueta simple y se centra en vinos monovarietales conocidos de todo el mundo. Mayoritariamente diseñado por el consumidor
ocasional estos vinos cuenta con un amplio apoyo a la exportación.
Lo que es interesante aquí es la manera donde los productores se diferenciaron de los viñadores europeos: no podían aprovechar siglos de viticultura o la historia
secular de las fincas, y usaron una imagen moderna y diferente de lo que ya existía.
Lo que hemos aprendido: los vinos del nuevo mundo se centraron en sus ventajas propios para diferenciarse de los viñadores europeos.
El reconocimiento de los vinos de cahors
Apodado el vino negro, antes utilizado por Burdeos para dar un poco de color a su clairet, el vino de Cahors no siempre ha tenido una imagen positiva. Sin embargo los viñadores trabajan duro para muestrar que podemos hacer un vino de calidad con esta tierra.
Trabajo con enológos, venta en botellas, estrategia de exportación apoyandose en un cepa conocido de todo el mundo (el Malbec)... El crecimiento en gama es notable y preserva la singularidad de
la tierra.
Este trabajo de calidad y este nuevo posicionamiento permitió salvar las viñas de Cahors y seguro que el mejor está por venir.
Lo que hemos aprendido: Cahors gana la apuesta de cambiar su imagen negativa reposicionandose con un vino de mejor calidad propuesto en todo el mundo.